Origen

El proyecto aNdar es una historia de encuentros entrelazados. Como casi todo, desde su nacimiento, es producto del azar y la necesidad y, como casi todo, nació antes de haber comenzado, antes de que fuese imaginado por ninguno de nosotros, en la terraza del Flamingo, a las orillas del río Senegal, en Saint Louis (Ndar), durante un concierto de Souleymane Faye. Allí se produjo el primero de esos encuentros. Conocimos a Khadim Niang, percusionista, amigo. Así que aNdar nació de un abrazo y, desde entonces, siempre ha sido viaje, música, amistad, risa y caminos que se cruzan.

aNdar, es un proyecto educativo.

El epicentro del proyecto se encuentra en el aula 25 del IES Juan Bosco, nuestra cueva, en la que entra la luz, el aire y personas con las que aprendemos y compartimos risas y abrazos. Dando continuidad a líneas de trabajo de proyectos anteriores, aNdar es un ejercicio de transformación de la lógica reproductiva, que caracteriza en gran medida la cultura dominante de la escuela actual, por lógicas creativas, que posibiliten la creatividad permanente de alumnado y profesorado como medio para aprender. Así, convertimos el arte (poesía, música, teatro) en nuestro modo de aprender juntos, de desarrollar nuestra sensibilidad y en el mejor instrumento para viajar al encuentro de nosotros mismos. Frente al ruido y la velocidad que predominan en nuestra escuela y en nuestra sociedad, en el aula 25 optamos por el cuidado y la lentitud.

aNdar también se convierte en una oportunidad para situar la educación para el desarrollo y los derechos humanos en un lugar privilegiado, para mirar al sur, particularmente a los países del África Occidental, para atender a la periferia, para pensar las relaciones con otras culturas, para visibilizar las nuevas formas de colonización, para tomar consciencia de nuestros prejuicios, por ejemplo en nuestros modos de relacionarnos con negros, pobres, etc.

Fue en diciembre de 2016 cuando se nos ocurrió publicar un disco con nuestras canciones en colaboración con nuestra contraparte senegalesa y, a partir de entonces, no hemos parado de escribir. Durante el curso 2016/2017 con el grupo de 2º PMAR (3º ESO) y este curso con 1º PMAR (2º ESO). Además de nuestro trabajo creativo, que pasa, sobre todo al principio, por un esfuerzo por deshacer nuestros miedos y entender la escritura como un juego, durante este curso estamos aprovechando los vínculos con nuestros amigos senegaleses para acercarnos a la geografía, la historia y las culturas africanas, sobre todo de África Occidental, particularmente Senegal.

aNdar, es también un proyecto cooperativo,

que compartimos con artistas senegaleses de la ciudad de Saint Louis, pertenecientes a la Association Culturelle et d’appui au developpement communautaire Ngeweul Gui. Nuestra tarea es la de dar visibilidad y financiar la Ndar Académie Percu, uno de los proyectos de la asociación. Lo que hacen es sencillo. Acogen en la Maison du quartier de Diamaguene en Sor, Saint Louis, a niños y niñas de entre 6 y 14 años (prioritariamente a niños de la calle) y, además de darle de merendar, le enseñan percusión y danza africana, usando el arte como instrumento de empoderamiento.

aNdar, disco.

Para financiar el proyecto estamos trabajando, desde enero de 2017, en la publicación del libro-disco aNdar, cuya venta permitirá cubrir los gastos de la Ndar Académie Percu. Ese es nuestro deseo. El disco incluirá canciones escritas por alumnas y alumnos de PMAR, canciones en wolof compuestas por nuestros amigos senegaleses, y alguna que otra canción más de amigos con los que nos hemos cruzado y que se han sumado al proyecto.

aNdar, encuentros, intercambios.

En el presente curso hemos tenido la suerte de que se sume al proyecto Laura Abengoza Alises, que realiza las prácticas del Máster en Musicoterapia con el grupo de 2º ESO, con quien trabajamos la improvisación y la composición de canciones.

En octubre recibiremos en el IES Juan Bosco a Khadim Niang y Alioune Sane, que nos acompañarán durante un mes y con los que terminaremos la producción del disco. Entendemos el aprendizaje como un proceso de cuentaminación, esto es, aprendemos fundamentalmente de experiencias que implican relaciones lingüísticas y emocionales con los otros. Con ellos haremos música y teatro. Y crecerá nuestra amistad.

Cuentaminándonos

aNdar nació en el curso 16/17 en el seno de un proyecto más complejo y ambicioso que compartimos aquí, Cuentaminándonos.

Proyecto Cuentaminándonos

Cuentaminándonos pretende ser un esfuerzo colectivo por transformar la vida y la cotidianidad del Instituto, introduciendo cambios para sustituir progresivamente los modelos reproductivos, hegemónicos en la escuela actual, y situar la creatividad y los modelos dialógicos como ejes necesarios a partir de los cuales construir el aprendizaje y forjar las relaciones entre las personas que formamos parte de la comunidad educativa. Sabemos que esa transformación pasa por un cambio profundo en nuestras propias prácticas y actitudes, y también que supondrá necesariamente nuestra evolución como personas. Nos sirve como referente y nos alienta el trabajo que desarrollamos el curso pasado con el proyecto Mi escuela, tu refugio (ganador del VIII Premio Nacional de Educación para el Desarrollo “Vicente Ferrer”), proyecto que tuvo el valor, entre otras cosas, de ofrecer al alumnado y al profesorado que participó de momentos de felicidad y de envolver la vida del centro y a su comunidad en una atmósfera alegre e ilusionante. Conscientes del peso de lo emocional en los procesos de crecimiento y de aprendizaje, con Cuentaminándonos aspiramos a convertir el instituto en un lugar de vida donde se puede, y se debe, ser feliz.

El proyecto Cuentaminándonos se fundamenta en tres supuestos teóricos sobre la naturaleza del aprendizaje, tres principios pedagógicos que, a nuestro juicio, suponen una apuesta arriesgada, ilusionante y transformadora, y en los que reside buena parte del carácter innovador del proyecto, a saber: la cogestión , es decir, dos de las comunidades que conforman el centro (miembros del Equipo Educativo y alumnos) trabajando juntos y participando por igual para un desarrollo exitoso del proyecto; el aprendizaje como un proceso de cuentaminación, esto es, la idea de que aprendemos fundamentalmente de experiencias que implican relaciones lingüísticas y emocionales con los otros; y, en tercer lugar, el supuesto de que se aprende haciendo, lo que se traduce, en nuestro caso, en un ejercicio de transformación de la lógica reproductiva, que caracteriza en gran medida la cultura dominante de la escuela actual, por lógicas creativas, que apuesten por la creatividad permanente de alumnado y profesorado como medio para aprender. En relación con este último supuesto encontramos la otra característica innovadora de nuestro proyecto, a saber, el uso del arte (en nuestro caso la poesía, la música y las artes plásticas) como medio privilegiado en la formación de la sensibilidad humana, como instrumento para ser mejores, pero también en la conformación de una cultura de paz, sobre todo en la medida en que el arte puede ofrecer silencio y cuidado, frente al ruido y la velocidad que predominan en nuestra escuela y en nuestra sociedad.

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